“LISTEN WITHOUT PREJUDICE"
RECUPERANDO EL ALMA
Quien escribe estas líneas supo identificarse con George Michael por el tránsito de etapas de la vida en las que supimos coincidir, y por eso mucho de lo aquí volcado se interpreta desde lo netamente emocional. Porque eso fue George Michael: un ser tan rico en tantos sentidos, que como tantos otros artistas transitó de la cima del mundo a una cenagosa cloaca, expuesto a la mirada de un periodismo fagocitador que nunca pretendió entenderlo aunque sí exponerlo. Pero que por otro lado, siguió sus instintos a fondo hasta el punto de mostrarse en carne viva, lograr sus sueños, y darse cuenta que los mismos eran simples placebos frente a lo que realmente más deseaba su existencia atormentada, que era un poco de paz.
Por eso esta parte de su historia comienza con un astro brillando en el firmamento, una figura pública que vivía más que de su talento, de la imagen que había formado en derredor al mismo. Hablamos de los años de “Faith”, un disco icónico para aquella generación, su mayor éxito a nivel mundial y que lo había llevado al frenesí de una gira exterminadora. En aquella década dorada la industria supo esculpir grandes tótems: Michael Jackson, Madonna, Prince… y George Michael iba de la mano con ellos. Y la gira de “Faith” iba en consonancia con ese nivel de artista. Por eso fue que pese a que George adoraba cantar y había nacido para eso, el aislante proceso de la gira se convirtió en un aniquilamiento mental que la convirtió en una experiencia miserable, especialmente por un detalle: se le había detectado un quiste muy grande al final de la garganta que requería operación inmediata. Cancelación de fechas, operación, y un descanso para recuperación por recomendación médica que nunca se cumplió. La demanda era bestial, y George ni siquiera pudo dejar de hablar en el post operatorio. La recuperación fue rápida, ya que lo que seguía era la fase de 46 fechas en vivo en territorio norteamericano. Y ahí fue. Tenía 25 años, era joven y era pura energía. Pero la procesión va por dentro.
George Michael en el recital por Nelson Mandela |
“Listen Without Prejudice Vol.1”, el álbum en cuestión, es el segundo solista de George Michael, editado hace ya 30 años, el 3 de septiembre de 1990. Desde el título se advertía que esto no sería lo mismo que “Faith”, y verdaderamente fue un giro radical respecto a todo lo que había hecho George hasta entonces. Y al ser tan sorpresivo e inesperado, los resultados fueron ambiguos. En USA fue considerado una decepción, siendo que “Faith” había sido el álbum mejor vendido de 1988 en ese país. Mientras “Faith” permaneció durante 87 semanas en el Billboard Chart, “LWP” solo permaneció un total de 42 semanas. Contrariamente a lo sucedido en Estados Unidos, el disco fue un enorme suceso en el Reino Unido, superando en ventas a “Faith”, cortando un total de 5 singles, y ganando el Brit Award 1991 al Mejor Álbum Británico.
Toda una nueva declaratoria de intenciones surge desde el minuto uno, con el tema de apertura y primer single “Praying For Time”. Fuertemente comprometida, esta canción es una sólida crítica a la sociedad de los tiempos actuales (ya que no ha perdido ni un gramo de vigencia). Tal vez incluso, es una letra que se adelanta a su tiempo, ya que lejos de mejorar como sociedad hemos empeorado. La desesperanza alcanza su pico al dar por sentado que la última carta se juega en manos de un Dios que ya ha dejado de tenernos en cuenta. “And it’s hard to love, there’s so much to hate / Hanging on to hope when there is no hope to speak of”, se lamenta George en esta letra de su autoría que dio origen a una balada acústica con una oscura y sombría reflexión sobre las injusticias y miserias humanas. Fue aclamada por los críticos y llegaría al #1 en Norteamérica pese a ser promocionado solo por un lyric video al estilo del de “Sign ‘o’ The Times” de Prince.
Backstage del video de "Freedom 90" |
Siguiendo la línea propuesta por la letra de “Freedom 90”, George renueva sus ya consabidos votos y devoción incondicional hacia Stevie Wonder, y nuevamente realiza un cover del niño prodigio al interpretar “They Won’t Go When I Go”, en este caso prácticamente acapella y con el solo acompañamiento de un piano, donde George conmueve con su registro vocal, y que en este caso empalma con la idea principal de su disco: probablemente no me entiendan y no sean capaces de seguirme, pero al menos no me prejuzguen sin escucharme. “Listen Without Prejudice Vol.1” es un álbum en su generalidad acústico y embebido en góspel y bossa-nova: “They Won’t Go When I Go” es lo que mejor representa aquel góspel en el que George ya había incursionado en su creación “If Your Were My Woman”, y “Heal The Pain” es el mejor representante aquí del sentimiento de George hacia aquella música popular brasilera derivada de la samba e influida por el jazz. Una balada amorosa acústica y contemplativa que ofició de 4º single en UK.
Si bien “Freedom 90” es el momento dance por excelencia del disco, la fresca y renovadora “Soul Free” con su aire Motown e inspirada en Soul II Soul viene a inyectar una dosis de positivismo al ánimo general, buscando aquí George la bendición de sus seguidores, trazando un puente de comprensión en busca de redimir sus conflictos internos.
Nos dejamos casi para el final esa pequeña e inquietante creación superior plagada de remordimiento y reflexión llamada “Cowboys And Angels”, que se aferra al jazz-pop que George supo ya regalarnos en “Kissing A Fool”. Son 7:15 minutos que comienzan con un solo de piano que irá generando un clima envolvente para desembocar en un ritmo sostenido por una sólida línea de bajo, dando contexto a una de las pocas historias de amor de este álbum. George contaría en 2004 que se trataba de un triángulo amoroso histérico del cual el mismo fue parte: él estaba enamorado de un hombre que jamás podría poseer, al mismo tiempo que una amiga mujer estaba enamorada de él, sabiendo que nunca podría tenerlo. Una historia de cómo a veces nos aferramos sin razón a aquello que nos es inalcanzable.
Y finalmente, el cierre del álbum, con la autoreferencial “Waiting (Reprise)” y una sentida despedida al George Michael que alguna vez fue, al que se le hicieron realidad sus sueños carnales pero se le vació el alma, y sella toda esta experiencia mostrándose desnudo con un potente y a la vez orgulloso “Here I am”.
“Listen Without Prejudice Vol.1” fue relanzado en 2017 (meses después de la muerte de George), y su versión expandida incluía (además del aclamado “MTV Unplugged” de 1996), los temas donados a The Red Hot Organization.
En su libro autobiográfico “Bare” (co-escrito con Tony Parsons) dice George respecto a los años de “Faith”: “A veces sentía que yo era un fraude…que algún día todo el mundo se iba a dar cuenta y que se llevarían todo, que mi mundo se iba a quedar sin el piso. Ese sentimiento ya desapareció”. Este George renovado encaró un proyecto que lo hizo sentirse libre y más auténtico. Faltaba aún un largo trecho por recorrer, muchas historias por confesar y muchos altibajos en la vida del artista, pero aquí empezaba. Enriquecido por estas cuestiones personales, “Listen Without Prejudice Vol.1” conforma una innegable obra maestra, considerada hoy en día uno de los mejores álbumes en la carrera de George Michael.
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