"LA URGENCIA DE SER COLDPLAY"
Ser Coldplay ya no es ser una promesa. Tampoco es ser una sorpresa. Ser Coldplay es ser el fenómeno que sigue llenando estadios con el paso de los años. Devenir en un artista masivo que llena estadios pero que para lograrlo, ha sabido recrearse de la forma que ser Coldplay lo exige. O sea, no dejando la esencia de lo que se es.
A veces no es tan fácil lograr explicar como se llega a ser lo que se es en el mundo de la música. Esto no es chiste y se puede aplicar tanto a aquellos que nunca entendimos como llegaron a donde lo hicieron, y como a otros nunca fueron reconocidos. Se puede comenzar con una obra introductoria y representativa como “Parachutes” e invadir las listas radiales con hits como “Yellow” o “Trouble” para empezar a ser. Como otros artistas, se puede abarcar el espectro mundial dándose a conocer con un álbum que consagre definitivamente como “A Rush Of Blood To The Head”, abriéndose incluso al reconocimiento del público norteamericano que nunca lo ignoró a la hora de otorgarle Grammys, y entonces lo consagró con “Clocks” como Grabación del Año (2004). A similitud del Ecce Homo de Nietzsche, Coldplay se redescubrió a si mismo permanentemente como portador y emblema de lo que representa. Algo que queda plasmado en su sello personal y que sigue vivo y presente en su más reciente trabajo “A Head Full Of Dreams” y atravesando cada una de sus producciones.
Aquel Coldplay que creyó que por primera vez iba a tener una canción en el puesto número 1 del ranking inglés cuando “Speed of Sound” estaba aún caliente en el horno, pero a quien una inesperada rana virtual que sampleaba un tema de “Beverly Hills Cop” le postergó ese privilegio por unos años. Solamente hasta el 2008, cuando nada en el universo pude evitar que “Viva La Vida” se clave en el número 1 a ambos lados del Atlántico. El ser Coldplay que implicaba cada vez más crear hits que tuvieran un tinte positivo y orientado a la vida y el amor, desde aquella proclama de “Look at the stars, look how they shine for you”, pasando por extractos como “I turn the music up, I got my records on,
I shut the world outside until the lights come on” (“Every Tear Is A Waterfall”) para continuar apostando a la positividad desde un “We're gonna get it, get it together right now” del más reciente “Up & Up”. Todo fluye, todo hacia una dirección, y todo nos ilumina.
Así como nos iluminó Coldplay cada vez más en sus presentaciones en vivo. Como los estadios cada vez más grandes fueron invadidos de pronto por mariposas de colores, para pasar a ser luego territorio tomado por lasers, y llegando esa luz y color a la última gira en forma de xylobands randomizados. Tener un mensaje cada vez mas ecologista y orientado al cuidado del planeta.
¿Qué es Coldplay entonces? Claramente, no es solo un artista que hace música. Es un todo: un sonido, un estilo, un mensaje, un color multiplicado en miles de colores, y un conocimiento de cómo llegar a millones de personas y encantarlas. Ante todo, un grupo de 4 personas conformado por Jonny Buckland, Will Champion, Chris Martin y Guy Berryman. Solo que la urgencia de ser no nace en este caso del dolor, sino de la misma libertad. Serás Coldplay: serás lo que debas ser.
16/06/2016
jueves, 23 de marzo de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario