lunes, 18 de marzo de 2019

Music Corner n° 176 - Milli Vanilli

OTRA GRAN ESTAFA DEL ROCK N’ ROLL

Fue exactamente hace 30 años cuando de pronto nos empezaron a taladrar imágenes de un video con 2 muy simpáticos danzarines morochos ex breakdancers (en cuyos curriculums se acreditaban como ex bailarines de la cantante pop italiana Sabrina Salerno) que vestían anchas hombreras y zapatos payasescos. Sus nombres eran Fab Morvan (de origen francés) y Rob Pilatus (alemán el muchacho), y de fondo sonaba un tema muy ganchero, muy adictivo: su primer single “Girl You Know It’s True”. Si bien el single fue lanzado a mediados de 1988 en Europa, la fama mundial llegaría luego de que el álbum debut fuera lanzado en Estados Unidos en enero de 1989 y Milli Vanilli se convirtiera en un fenómeno masivo.

Simulemos por un instante que no sabemos nada sobre todo este asunto. El single “Girl You Know It’s True” ya había llegado al número 3 en Inglaterra, y no tardó en llegar al 2° puesto en USA, abriendo la puerta para un año inolvidable (en todo sentido) para el dúo de Munich. Aprovechando el impulso de este primer hit, en USA el disco salió con el nombre del single debut (en Europa se llamaba “All Or Nothing”, nombre por el que se lo conoció también por Sudamérica). A partir de ahí, clinc caja!: 30 millones de singles y 14 millones de álbumes vendidos. La idea prometía y alcanzó sus objetivos: el productor germano era Frank Farian, que ya había logrado éxito con Boney M. (tal vez por eso se incluyó un cover de “Ma Baker” en este disco) y ahora se jugaba a mezclar el pop europeo con el rap más arraigado en Norteamérica.

Convertidos en poco tiempo en una sensación mundial, el camino quedó allanado para que Fab y Rob cosecharan 3 hits #1 consecutivos en el American Top 40. Los singles eran “Baby, Don’t Forget My Number”, “Girl I´m Gonna Miss You” y “Blame It On The Rain”. ¿La imagen lo es todo? Digamos que no, porque su música cumplía con todos los requerimientos para sonar una y otra vez en las radios de aquella época. Dance europeo, R&B, y algo de hip hop metidos en la batidora del pop, y todos felices. Pero la cuidada apariencia de estos dos modelos de raza negra, las voces que representaban tan bien, los ojos celestes de Rob Pilatus y los looks meticulosamente elaborados, vendidos a través de videos muy bien producidos, arrojaron los resultados que las discográficas tanto buscan en artistas pop con estas características: sex symbols que hacen delirar a fans enardecidas.

La primera señal de que no todo lo que brilla es oro se destapó en un concierto en la ciudad de Bristol, Connecticut, en julio de 1989. Mientras sonaba “Girl You Know It´s True”, la pista de audio comenzó a saltar y repetirse en el medio del show. Según el mismo Fab describió en el documental de MTV “Behind The Music”, tanto él como Rob entraron en pánico al quedar descubierta la farsa: se trataba de un playback. Aun así, intentaron manejar la situación y lo cierto es que al público poco le importó este desliz. Pero para los críticos el episodio no pasó desapercibido y comenzaron los cuestionamientos. No era menor el hecho de que en el lanzamiento europeo del álbum se mencionaba a Fab y Rob como integrantes del grupo pero no se especificaba que los mismos fueran los intérpretes de los temas, crédito que sí se le daba a ambos en la edición yankee. Y como bien saben (y a los que no lo saben, les cuento), Fab Morvan y Rob Pilatus no cantaban ni una nota en este disco: ellos habían sido contratados solo como las caras visibles de un proyecto al que se buscó imponer desde lo visual. Y en eso, no fallaron, pero fueron partícipes de un fraude. En diciembre de 1989, Charles Shaw (uno de los cantantes reales de Milli Vanilli), enfurecido por los créditos dados a Morvan y Pilatus en la edición norteamericana, reveló que los mismos eran unos impostores. Frank Farian le pagó a Shaw 150.000 dólares para que se retracte de sus dichos, pero aun así la bola ya había empezado a correr.

Ahora bien: ¿por qué los medios se ensañaron con tanta furia contra Milli Vanilli? ¿Será que no pudieron soportar haber sido engañados con tanta facilidad, sin haber sospechado nada desde el inicio? Casos como Technotronic o Black Box, por mencionar algunos de la misma época, también vendieron videos de poderosos hits #1 bailables usando la imagen de una modelo que no era quien realmente cantaba. Claro, Milli Vanilli llegó más lejos que nadie por su nivel de ventas y por haber levantado premios American Music Awards o Grammy. Ahí es donde el engaño no pudo ser tolerado. El Comité de los Grammy le retiró a Milli Vanilli el premio a Mejor Artista Revelación otorgado en 1990; no fue así con los American Music Awards que había ganado el dúo como revelación R&B y por Pop/Rock single, ya que el criterio usado se relaciona en ese caso más con una decisión de los consumidores que en la fidelidad del trabajo realizado por los artistas. Como sea, la condena social fue acompañada por la de toda la industria discográfica, que pasó de mimarlos a considerarlos villanos indignos de perdón alguno cuando Frank Farian contó en noviembre de 1990 la verdad y nada más que la verdad: todo lo que habían hecho Fab y Rob era “lip sync” (más conocido como playback) de pistas pregrabadas, tanto en los videos como en los conciertos u otras presentaciones. Era un completo fraude.

No hubo recuperación posible para Milli Vanilli: ni para los auténticos, ni para los truchos. Frank Farian intentó en 1991 relanzar a los cantantes originales bajo el nombre de The Real Milli Vanilli en un nuevo álbum titulado “Moment of Truth”, pero aun lanzando 3 singles de difusión con un sonido fiel al primer L.P., el intento hizo agua. Por el otro lado, Morvan y Pilatus se convirtieron en Rob & Fab, proyecto en el cual cantaron con sus mismísimas voces. Pero el disco contó con poca publicidad y mala distribución, lo que sumado al escándalo nunca superado, contribuyó al fracaso de una placa que solo vendió unas pocas copias en 1993. Era mayormente cantado por Fab Morvan y digámoslo sin tapujos: la calidad del primer lanzamiento de Milli Vanilli estaba muy por encima de este burdo intento comercial donde se copiaban todos los clichés de los artistas R&B de principios de los 90’s. “We Can Get It On” fue el nombre del flojo primer corte de promoción. Habría lugar para un último manotazo de ahogado en 1997, cuando Farian acordó con Fab y Rob la realización de una nueva producción de Milli Vanilli con las voces de los ahora tan menospreciados chavales. La nueva producción iba a llamarse “Back and In Attack”, y contaría incluso con algunos de los cantantes de estudio del exitoso “Girl You Know It’s True”. Se programó también una gira de promoción para el nuevo material. Pero Rob Pilatus había caído hacía unos años en una profunda depresión y se había convertido en un drogadicto y en un delicuente, lo que lo condujo a ser sentenciado a 3 meses de prisión y 6 meses de rehabilitación por su adicción. Farian intentó rescatarlo pero ya era demasiado tarde: el 2 de abril de 1998 Rob fue encontrado muerto en una habitación de hotel en Frankfurt. Se determinó que la causa de la muerte había sido por sobredosis de alcohol y drogas. Luego de esto, se canceló tanto la edición del nuevo álbum como la gira.

¿Y Fab Morvan? Siguió con proyectos que nunca lograron trascendencia, incluso llevó adelante un proyecto como solista en 2003, llamado “Love Revolution”. El mismo se vuelca definitivamente a un estilo más identificado con Lenny Kravitz y fue calificado con 4.5/5 por los usuarios de AllMusic Guide, lo que no es poca cosa. Y ya hubo proyectos (truncados hasta hoy) para hacer una película con la apasionante historia de Milli Vanilli: en algún momento se hará realidad. Lamentablemente, el título de “La Gran Estafa” ya ha sido tomado!

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