viernes, 16 de marzo de 2018

Music Corner n° 164 - Duran Duran

"THE WEDDING ALBUM” (1993)
Ave Fénix: a 25 años de la Resurrección

La primera vez que escuché “Ordinary World” quedé deslumbrado. Un amigo me preguntó en aquel momento que tal estaba el nuevo tema de Duran Duran, y yo respondí en forma inequívoca: “Es el nuevo Save A Prayer”. Y eso me generaba una inmensa alegría como fan de Duran, porque por aquel entonces, realmente creía que Duran Duran tenía sus días contados.

El motivo principal para tal creencia era el estrepitoso fracaso que comercialmente significó el lanzamiento de 1990 “Liberty”. Y no es que fuera un disco tan malo como se decía, pero sí era un disco bastante irregular e indefinido. Para hablarlo en términos de vinilo: el lado A era espectacular, el lado B era decepcionante. Y en general, todo artista tiene sus años dorados y después viene un período de decadencia. Algunos logran recuperarse, otros no: si hasta le pasó a U2! En un documental de MTV de fines de los 90’s, Nick Rhodes hablaba de lo mal que le fue a “Liberty” en Estados Unidos, y con honestidad le preguntó al entrevistador, en referencia al público: “¿Por qué no lo compraron?”. “Liberty” contiene dos temas que Simon Le Bon considera de las mejores creaciones alguna vez lanzadas por Duran: “Serious” y “My Antarctica”. A esa lista yo agregaría el track “Liberty” (que fue pensado como tercer corte, pero nunca llegó a serlo debido al escaso interés que despertó el disco). Sin embargo, fue el propio Simon Le Bon quien lo definió alguna vez como un álbum hecho sin concentración y a las apuradas. La reseña especializada de AllMusic.com le pega con un caño: “the group has no idea what direction it wants to pursue”.

En esta novela tiene un rol fundamental el ex Frank Zappa y ex Missing Persons, Warren Cuccurullo. Retrotrayéndonos al año 1986, Warren supo antes que nadie que Andy Taylor (guitarrista oficial de Duran desde sus inicios) no pensaba volver a grabar con Duran Duran (o sea, que iba a dedicarse full time a su carrera solista). Oportunamente Warren pidió una audición para postularse como guitarrista de Duran Duran, y así empezó a formar parte de esta historia. Primero como músico de sesión para los álbumes “Notorious” y “Big Thing”, y hacia 1989, Cuccurullo ya era nombrado miembro oficial. Justo para la época del bajón. He leído alguna vez que el verdadero artífice de “The Wedding Album” fue Warren: cuenta la leyenda que el resto del grupo estaba absorto ante la hecatombe post “Liberty”. En aquellas épocas, John Taylor estaba luchando contra su adicción a la droga, y Simon Le Bon muy desanimado. El futuro no parecía nada brillante. Pero Warren sacudió el avispero, los molestó, los hizo levantarse de la cama, los hizo componer y los hizo grabar. Gracias a él y a Nick Rhodes, hubo otra oportunidad.

Claro, nadie hace magia: cuando para principios de 1992 el nuevo álbum estaba cocinado, hubo que sortear el poco interés de las discográficas en editar nuevo material de un grupo al que había que revivir con electroshock. Pero algunas canciones comenzaron a filtrarse por ese fenómeno en auge que era internet, y mientras viejos fans volvían al redil, nuevos fans se generaron. Para diciembre de1992 “Ordinary World” era lanzado como single (previa difusión por la radio) y los resultados no se hicieron esperar: Duran Duran volvía a existir en el Top 5 de EEUU y en varios otros países del mundo. “Ordinary World” es una balada cálida, con un riff ganchero excelentemente logrado por Warren Cuccurullo. La letra fue compuesta por Simon Le Bon y es la segunda de una trilogía dedicada a su amigo David Miles, que completan otras dos sobresalientes composiciones del cancionero duraní, a saber: “Do You Believe in Shame?” y “Out of My Mind”. El camino allanado por “Ordinary World” fue bien aprovechado y el 11 de febrero de 1993 se edita el disco “Duran Duran”, más conocido como “The Wedding Album”. La recepción fue excelente: desde los años de “Rio” que una producción de Duran no recibía tantos elogios. Con la crítica positiva, el interés del público recuperado y todo el viento a favor, en marzo de 1993 sale un acertadísimo segundo corte, “Come Undone”, segundo top 10 consecutivo en Norteamérica. Esa maravillosa composición iniciada por Cuccurullo y Rhodes iba a formar parte de un proyecto alternativo a Duran, pero cuando Simon Le Bon tomó la posta y empezó a escribir la letra que dedicó a su esposa Yasmin, la suerte quedó echada. Un tema que entró al disco a último momento para darle al mismo un toque más suave y menos dance que como venía perfilando. Tras dos excelsas baladas, el tercer corte sería la energética “Too Much Information”. Siete singles se cortaron en total de esta placa, algunos de los cuales fueron exclusivos para países como Japón, Francia o Brasil.

Ahora más maduros, los Duran comenzaron a ser reconocidos por la misma gente que años atrás los denostaba y solo los consideraba un producto fabricado para calentar colegialas. Con este insospechado giro, la banda reformulaba su imagen para convertirse en un fenómeno del rock respetado por seguidores de otros géneros. Cosecharon así nuevos seguidores no solo entre adolescentes, sino también gente de mediana edad de una década distinta de aquella que había visto a Duran Duran consagrarse como fenómeno masivo a nivel mundial. Fue particularmente notorio el impacto que produjo “The Wedding Album” en Latinoamérica: de la mano de la recientemente iniciada MTV latina, los singles recibieron amplia difusión. Los lazos con América del sur se fortalecieron y los ex chicos salvajes grabaron su primer video por estas tierras, que correspondió al tema “Breath After Breath” a dúo con Milton Nascimento y que se nutría con imágenes de Argentina, Brasil y Uruguay, países por los que estuvieron de gira por primera vez.

Pasaron 25 años de aquella epopeya, de aquel regreso inesperado. Aun así, es bueno tener claro que los altibajos nunca fueron extraños para los Duran, que volvieron a caer con el disco siguiente, perdieron a John Taylor como bajista y se volvieron a recuperar años después, especialmente con el regreso de los 5 miembros originales del grupo en el álbum “Astronaut” (2004), que padeció como contracara la triste partida de Warren Cuccurullo y el final de su ciclo. Como ha quedado expuesto, de estas cenizas el Ave Fénix ha resurgido varias veces… y no dejará de hacerlo.

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