Phil Collins en el Campo de Polo, BA, 20/03/2018
TAKE A LOOK AT ME NOW
“Not Dead Yet” es el nombre que Phil Collins puso a su autobiografía editada en 2016, y que da nombre a su gira iniciada en 2017 por Europa y Sudamérica. Parece así mofarse de su propia vejez y estado físico no muy óptimos, algo que viniendo de él no es extraño. Como admirador del inigualable ex baterista de Genesis, y habiendo sacado los tickets para el show con 4 meses de anticipación, esperaba ansiosamente que la condición de “vivo” del grandioso Phil no se alterara. Y llegamos así al 20 de marzo.
La cita es en el Campo de Polo, y ni bien llego veo una multitud de canosos y pelados entre la asistencia, en muchos casos acompañados de sus hijos a quienes tantas veces les habrán hablado de la genialidad que es esa leyenda viviente que hoy nos deslumbrará con su presencia. Pero antes, un aperitivo a la altura de semejante acontecimiento: The Pretenders le da calor a un público expectante en una noche ya casi otoñal. Chrissie Hynde, una veterana rockera que conoce el manejo de los escenarios, toma prestado al público de Collins y le entrega lo más destacado de su repertorio. La acompañan tres músicos excelentes que dan aún más vuelo a clásicos de la talla de “Brass In My Pocket”, “Back On The Chain Gang” o “Don’t Get Me Wrong”. Uno de ellos es el baterista, miembro fundador y compañero de ruta de Chrissie desde el inicio: Martin Chambers. También destaca el bajista Nick Wilkinson. Pero el que se roba el show y al cuál la cámara enfoca más que a la mismísima líder de la banda, es el guitarrista James Walbourne: un derroche de energía pocas veces visto. Antes del inmejorable cierre con “Middle Of The Road”, Chambers se luce con un solo de batería. Quedamos todos felices y satisfechos.
Poco antes de las 22 hs hace su aparición el mito aún vivo. Vemos a Phil Collins caminar con dificultad apoyado sobre un bastón, y mientras es ovacionado, logra llegar a una silla que lo espera en el centro de la escena. Allí se acomodará para permanecer el resto de su presentación, y tras saludar a sus admiradores con su habitual gracias y burlándose de su escaso conocimiento de español, nos regala de inicio el himno “Against All Odds”. No es fácil contener las lágrimas al verlo tan condicionado físicamente mientras canta “Take a Look at me Now”: aquella imágenes de un Phil saltarín y que solía batirse a duelo de batería con Chester Thompson, son ahora solo recuerdos. Lo cuál da un toque aún más conmovedor a esta balada, además de quedar expuesta alguna limitación vocal. Pero no solo entendemos y aceptamos, sino que apreciamos la fortaleza de seguir de gira “contra todos los obstáculos”. Vendrá luego “Another Day In Paradise”, aquel hitazo que Phil dedicó a la cruda realidad de los homeless de todo el mundo, y que adiciona emotividad a la velada.
Para el tercer tema, la formación de vientos comienza a lucirse con el clásico “I Missed Again”, otra vez coreada por todos los presentes en su estribillo. Y en este trabajo de ir de apoco aumentado los BPM tema tras tema, llega “Hang In Long Enough”, aquella apertura de su álbum “…But Seriously” que noto en esta oportunidad un tanto más lenta que la versión original, tal vez para ayudar a Phil en la articulación de su canto.
Llega el primer momento Genesis de la noche con “Throwing It All Away” en primer lugar, y luego “Follow You, Follow Me”, un clásico que hizo lagrimear más que nada a los cincuentones. Contribuyeron a eso las imágenes que inundaron las pantallas con los Genesis de todas las épocas, recordando a aquellas glorias que por ésta banda supieron desfilar: Peter Gabriel, Steve Hackett, Tony Banks y Mike Rutherford entre otros. Continuamos con aquel tema que tanto le gusta a Phil que es “Who Said I Would”, donde vuelven a lucirse los 4 coristas que lo acompañan (2 hombres y 2 mujeres). Antes de seguir adelante, Phil presenta a toda el sobresaliente grupo de músicos que lo acompaña, donde el más aplaudido será el histórico bajista Leland Sklar, y deja para el final la presentación de su hijo de 16 años Nicholas Collins, que saluda luciendo la camiseta de la selección argentina. Tras esta introducción llena de sonrisas y complicidades, se lucirá la corista Bridgette Bryan a dúo con Phil en el ya clásico cover de Stephen Bishop “Separate Lives”.
Tras aquel otro hit de “…But Seriously” que fue “Something Happened On The Way To Heaven”, llega uno de los momentos más esperados de la noche: un reflector ilumina desde abajo el rostro envejecido de Collins, dándole un toque satánico mientras entona la inmortal “In The Air Tonight”. Inmediatamente cambia la onda a algo mucho más bailable con el cover de The Supremes “You Can’t Hurry Love” y la noventera “Dance Into The Light”, a la que se pegará el mayor éxito comercial de Genesis en USA: “Invisible Touch”. No creo que Phil haya elegido en esta gira los temas más representativos de Genesis, pero que sí tuvieron alta efectividad ante el público. Y la gente salta y baila movida por la batuta de un hombre tan hábil que lo logra sentado desde su silla, que arenga con megahits de los años ochenta como “Easy Lover” y la irresistible “Sussudio” para cerrar.
Phil y su banda se retiran, pero todos sabemos que habrá algo más, aunque sea un tema más… y tal como lo previmos, vuelven todos a escena para un último regalo, la canción que cierra el disco “No Jacket Required” y que supo ser una suerte de himno que Phil compuso en homenaje a aquellos a quienes solía extrañar cada vez que salía de gira: suena “Take Me Home” y nos emocionamos una vez más. Nunca será suficiente pero sabemos entender: son casi las 23.30 hs y no tenemos nada de que quejarnos. Phil Collins saluda por última vez en esta noche y se retira lentamente ayudado por su bastón. Gracias por tantos años de música, de sensaciones y de lindos momentos. Gracias una vez más Phil: “Not Dead Yet Live” es el nombre de tu gira, y has demostrado que no estás muerto. Difícilmente alguna vez lo estés.
martes, 3 de abril de 2018
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