lunes, 23 de septiembre de 2019

Music Corner n° 180 - Ed Sheeran

"No 6 Collaborations Project” (2019)
HOMESICK RED HAIR Y SUS AMIGOS

En lugar de ir por menos (“-” debería haberse llamado este cuarto álbum, siguiendo la lógica de los símbolos matemáticos que dieron nombre a sus producciones anteriores), Ed Sheeran fue por más, en el sentido que rompió sus propios esquemas. Despegándose del folk pop que tan buenos resultados le ha dado en estos pocos pero fructíferos años de carrera, nuestro colorado amigo sacó un disco que da protagonismo a terceros a través de diversas colaboraciones, y abre el abanico a variados estilos que no le son ajenos (Ed Sheeran ha colaborado en diversos proyectos con todo tipo de artistas) pero que conforman un trabajo completamente diferente a lo previo.

Todo comenzó a darse a conocer con el primer corte a dúo con Justin Bieber “I Don’t Care”, un obvio y certero disparo al número 1 de las listas de hits en todo el mundo, y los resultados fueron los esperados: llegó a la cima en 26 países, además de liderar el ranking global de Spotify durante 6 semanas. Pero aún no se sabía que esta nueva juntada con Bieber iba a ser parte de un disco con esta particularidad. Ni lerdo ni perezoso, Sheeran asestó un segundo golpe 15 días después al lanzar como segundo single “Cross Me” junto a Chance The Rapper y PnB Rock. Siguió a este una catarata de 4 cortes más hasta el lanzamiento del álbum “No. 6 Collaborations Project” el 12 de julio de 2019, que fue recibido con bombos y platillos.

La experiencia previa de Sheeran había sido con el EP editado en el año 2011, llamado “No. 5 Collaborations Project”, el que fue en realidad su debut discográfico. Claramente, en aquellos años el buen Ed no tenía la fama mundial con la que cuenta hoy, y los artistas que acompañaban en aquel entonces no tenían el reconocimiento que sí tienen los que figuran en “No. 6”. Hoy en día, Ed Sheeran se puede dar el lujo de grabar con quien tenga ganas, ya que tiene una cola de gente rogando por sacarse una foto con él. Y si hay alguien a quien le puede pesar la camiseta, es al invitado. En estos años, Ed ha compartido micrófono con artistas de la talla comercial de Beyoncé, Eminem o Justin Bieber. Algunos de esos nombres se repitieron en más de una oportunidad.

Vayamos a aquello de lo que se trata “No 6”. Es una producción camaleónica, mutante y experimental si se quiere. En un amplio rango de géneros, podemos hablar más que de evolución, de capacidad de adaptación (lo que al fin y al cabo, define la evolución). Desde “+” (2011) hasta hoy, Sheeran pasó de ser un inglesito introspectivo y tímido, a ser capaz de sacudir cuerpos, pistas de baile y estadios: no hay estilo que le salga mal. Lo que si parece es haber una orientación cada vez más clara hacia lo mainstream, pero en este caso no molesta para nada. Aquellos que disfrutan del lado más íntimo y orientado a la balada pop romántica tendrán menos para elegir, aunque de calidad: “Best Part of Me” es el Ed más inseguro y timorato, capaz de expresar cuestiones como “She loves me, she loves me, why the hell she loves me / when she could have anyone else?”, a dúo con Yebba, una cantante emparentada con el góspel. Al menos el romanticismo se expresa en otros ritmos, como en el ya mencionado electropop “I Don’t Care” junto a Bieber. En este caso, el mismo muchacho inseguro y tal vez socialmente inadaptado encuentra cobijo en la compañía de esa chica que lo hace sentir especial. La otra melosa balada partecorazones es la más rítmica “Way To Break My Heart” con la participación del multipremiado Skrillex.

En la película “Yesterday” (2019), donde Ed Sheeran tiene un papel bastante importante haciendo de sí mismo, hay una escena donde Joel Fry le aconseja dejar el rap en manos de los “hermanos” (negros, se entiende), siendo que los pelirrojos y el rap no cuajan. Más allá de la escena que apunta a despertar sonrisas, la crítica puede considerarse parcialmente cierta. Pero “No 6” está lleno de rap y quienes se ocupan de esta cuestión no son improvisados. La obviedad sería mencionar a Eminem y 50 Cent, que en “Remember The Name” vienen a hacer el back to back con un inicio de rapeo por parte del dueño de casa, continuado por estas sendas celebridades en dicho campo, en el entorno de una rola fantásticamente pegadiza. El ya mencionado “Cross Me” sería otro digno ejemplo en esta línea, con Chance de Rapper haciendo lo suyo y PnB Rock sampleado. La seguidilla de rap se extiende fusionándose al más puro Grime, ese estilo de música bailable electrónica tan londinense, con la participación de Stromzy en un track casi homenaje a una ciudad en la que fácilmente se echan raíces: “Take Me Back to London” (otro hit #1 en UK) representa el llanto de un pobre muchacho extrañando su lugar en el mundo. El rap continúa multiplicándose a lo largo de toda la placa, y tal vez de ahí caiga de maduro la broma de Joel Fry en la película. En la línea de la música negra pero más orientado al R&B, se encuentra esa belleza de starter del álbum que es “Beautiful People” a dúo con Khalid. Nuevamente, es una oportunidad de conectarnos con la lírica más intimista de Sheeran y esos resabios de un tímido niño pelirrojo de Halifax que no se sentía identificado con ese mundo al cual, mal que le pese, hoy pertenece. Pero demos una chance a lo que “Beautiful People” quiere expresar: puede ser pertenecer, pero no quiere decir sentirse parte. Como referencia, menciona lo que sería el ambiente de un sábado a la noche en Los Angeles, las fiestas locas, las conversaciones vacías, ropas de diseñador, shows de moda, champagne a borbotones, flashes de paparazzis y sobre todo, muchos Lamborghinis (tema que Eddie deberá analizar en terapia, dada la reincidencia en la referencia). Todo acompañado por un más que elocuente video sobre una pareja insertada en lugares en los que no encaja.

Abriendo aún más la paleta de colores, hoy en día no se puede hacer un proyecto de estas características sin incluir artistas del ascendente universo latino. Cuidadosamente seleccionados, por Sudamérica el ganador fue el argentino Paulo Londra, que en esta ocasión comparte micrófono con el rapper británico Dave en “Nothing On You”. Ed aprovecha así para tachar dos casilleros en la lista de “cómo hacer un disco tan polifacético que sea difícilmente encasillable”: aquí tenemos representada a Latinoamérica y también al género trap, pero con un resultado bastante más potable al contar con cadencia y melodía aunque evitando caer en la sofocante reiteración libidinosa tan propia de ese género (que es la opinión que me merece el trap en general). Y si de artistas latinos seguimos hablando, la otra acertada elección fue la destellante Camila Cabello (tan en boga en estos días gracias a sus dúos con Mark Ronson y Shawn Mendes). En este caso, los Lamborghinis y Buenos Aires vuelven a impregnar el ambiente para dar lugar a una de las gemas más destacables a nivel dance floor que es “South Of The Border”, donde un madonnesco “Ti amo, mami” se repite tanto del lado de Ed como de una Camila enamorada de esos ojos verdes a los que declara un atrevido “Quiero sentir tu cuerpo en mí, estás temblando”. La frutilla de la torta en este single la facilita la wannabe Nicki Minaj que ya tiene peso propio: la rapera Cardi B (que dicho sea de paso, se encuentra en guerra declarada contra Minaj).

No vale la pena seguir mencionando la catarata de raperos y hiphoperos que seguirá inundando el álbum ni el nivel de importancia comercial de los mismos: Travis Scott, Young Thug, Meek Mill, además de los ya mencionados. Pero sí vale la pena aclarar que pese a la base negra que cimienta toda la producción, Sheeran logró que la esencia pop de sus producciones no se pierda en estas múltiples exploraciones, y “No 6” es agradable a la escucha de cualquier público. El track n°15 del disco y que da cierre al mismo, es la última de todas las extrañezas que hemos venido escuchando durante casi 50 minutos, y es que de repente Sheeran se acordó que había un par de muchachos que no tenían mucho que ver con el rap y que también habían sido invitados. Bueno, tal vez Bruno Mars si, dadas sus raíces emparentadas con el R&B, soul y funk. Pero aquí lo que harán Bruno y el otro invitado que es Chris Stapleton (que viene del palo de la música country y el rock sureño yankee) es un poco de buen rock al estilo más clásico y bordeando el hard inclusive. “Blow” fue el quinto corte del álbum y vino acompañado de un simpático video donde los 3 protagonistas son representados por sus alter egos femeninos que sacuden cabezas y agitan glamorosamente a la concurrencia del Viper Room de Sunset Boulevard.

Polifacético a un grado disfuncional para muchos, “No. 6 Collaborations Project” recibió la crítica de ser una producción algo incoherente, como un Frankenstein de la música. Definitivamente no se trata de una obra conceptual y si de varias canciones juntadas como un popurrí en un mismo espacio, pero el que esperaba otra cosa es porque no leyó el título del disco. Al menos desde las letras, hay un hilo conductor: un Ed Sheeran que reniega de ser parte muchas veces de círculos con gente vacía. En este disco, quiere transmitir que en el fondo el sigue siendo aquel chico tímido y simplón que tocaba en bares y calles de Londres, y deviene un nostálgico que extraña las delicias de la vida cotidiana y la cercanía a su gente más querida. Y con esto es con lo que quiero quedarme: con la esencia de un proyecto que me encanta!

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