martes, 11 de abril de 2017

Music Corner n° 144 - Duran Duran en Lollapalooza 2017

“Mamá dijo que no me pierda esta banda, que son grossos!”

Estoy viejo. Te das cuenta de eso cuando en un Festival, el artista que marcó tu adolescencia toca a las 18 hs y figura décimo en nivel de importancia en el Line Up, por detrás de DJ´s de moda cuya especialidad es hacer hits (como máquina de picar carne) a dúo con cantantes en ascenso en el Top 10 inglés… ok, I give a F**k!

A plena luz del día y considerando la posibilidad de que por tratarse a esta altura de mitos vivientes esto vaya a llenarse bastante más, nos apostamos cerca del escenario a las 17 hs. El sol brilla con furia sobre nuestras nucas y la mala idea de haber venido con una remera negra comienza a pasar factura. Pero el aire circula… al menos por un rato. Porque mis sospechas se van haciendo realidad y a medida que se acerca la hora, la masa de gente se va arrimando cada vez más al escenario y no sé cómo le estará yendo a Jimmy Eat World (que ya comenzó hace media hora) en el Main Stage 1 de este Lollapalooza, pero pareciera que el escenario donde estamos nosotros se está convirtiendo en el centro de la mayor convocatoria aquí y ahora.

Lo que no puedo dejar de observar es que hay gente de todas las edades. Cuarentones es lo que espero en su mayoría, pero el rango de edad baja hasta adolescentes casi púberes en algunos casos. De la boca de una chica de no más de 16 años sale la frase: “Mamá dijo que no me pierda esta banda, que son grossos!” y todo va quedando más claro. Me ha pasado de ver recitales de artistas legendario como Kiss o Paul McCartney y apreciar el fenómeno de los padres que llevan a sus hijos a conocer aquello que les cambió la vida, y acá se repite una vez más: veo un padre y una madre con una hija de unos 11 años.

Todo esto pasa a segundo plano cuando el reloj marca las 18 hs y vemos aparecer por el fondo del escenario a los 4 miembros originales de Duran Duran que desde el 2005 son nuevamente inseparables, como en los inicios de los 80’s (solo falta Andy Taylor, el guitarrista que siempre fue la figurita difícil para poder contar con el plantel perfecto). Simon Le Bon viste pantalón y chaqueta de jean blanca, remera celeste debajo y anteojos de sol: se para en el centro del universo y abre los brazos para recibir los aplausos. John Taylor siempre sonriente, de campera de cuero roja, se posiciona a la derecha de Simon. Nick Rhodes luce un ambo azul brillante y tras sus gafas oscuras sonríe y practica uno de sus hobbies predilectos: sacarle fotos a la concurrencia con una cámara compacta. Roger Taylor, siempre de perfil bajo, saluda casi accidentalmente y se sitúa rápidamente tras la batería. La banda se completa con Dominic Brown, guitarrista de gira desde hace años, Simon Willescroft en saxo, y dos coloridas coristas.

Comienza a sonar “The Wild Boys” y la concurrencia estalla, pero el grupo no da respiro y continúa a todo vapor con “Hungry Like The Wolf” y “A View To A Kill”: de un saque y de arranque, tres de los hitazos más representativos de Duran. Tiempo entonces de introducir al público argentino uno de los singles de su última producción “Paper Gods” que aún nunca había sonado en vivo por estas tierras: el ganchero “Last Night In The City”. Tras 4 temas ahí arriba, es hora de bajar un cambio y deleitarnos con aquel clásico proveniente de “The Wedding Album”, la atrapante “Come Undone”. Y ahora sí, uno de los temas favoritos de la audiencia local, como toda aquella canción que tenga un estribillo que repita más de una vez un “Oh”, un “Yeah” o un “No”: No-No-“Notorious” para hacernos saltar a todos con un poco de funky de la época en que estos ingleses más supieron coquetear con Prince. Aprovechando el clima ya festivo, nos tiran su último gran hit radial “Preassure Off” como para cerrar una primera mitad de lujo.

Nos preparábamos para un setlist de solo 12 canciones acorde a lo que Duran había tocado en el Lollapalooza de Brasil, corto y aggiornado al formato Festival. Pero el primer (maravilloso) imprevisto de la noche fue “Planet Earth” que como bonus viene mezclada con un homenaje a David Bowie en una versión duraní de “Space Oddity”. Momento emotivo que es bien aprovechado con un plato fuerte de los que enjugan los ojos, la inmortal “Ordinary World”, que es cantado por gente de todas las edades. Nos agarran con la guardia baja a los fanáticos, ya que ahí nomás nos tiran “I Don’t Want Your Love”, tema que los más jóvenes parecen desconocer pero que hace a las delicias de los fans más longevos. Segundo agregado que no fue tocado en Brasil. Seguimos a toda máquina con “White Lines” (pura energía) y “Reach Up For The Sunrise”, que es sazonado en la mitad con un medley de “New Moon On Monday”. Clásico de clásicos, junto a “Girls On Film” viene la presentación de los músicos, los pedidos de “play the fucking bass, John” (es habitual que John Taylor haga un solo de bajo, pero ésta vez no sucedió) y el cierre previo a los bises.

Nuevamente perdió Brasil: allá volvieron, tocaron “Rio” y se fueron. Acá volvieron, Simon toma la guitarra y ya nos la vemos venir… y nos pide que usemos nuestros celulares para iluminar la escena de la manera que hace 30 años se hacía con los encendedores, con el fin de acompañar esta balada sin precedentes que es “Save A Prayer”. Al final, Duran Duran compensó a los fans argentinos por la carencia de un side show con un setlist más largo, lo que nos llena de satisfacción y reafirma una vez más la relación especial que tiene la banda con éste país. No queremos que esto termine nunca, pero la crueldad de estos festivales consiste en dejar a los fans hambrientos como un lobo. De modo que solo había lugar para el fantástico cierre con “Rio”, pero de que nos vamos a quejar!

Sin darnos cuenta ya era de noche cuando Duran Duran se despide de ésta fascinada multitud. Recién entonces noto que ninguna persona del público había abandonado su posición, y ahora empieza a descomprimir la masa. Viene The Weeknd dentro de una hora a este mismo escenario, el Main Stage 2. Estimado Abel, deberás esforzarte al extremo: hay que ocupar unos zapatos muy grandes!


(Recital de Duran Duran en Buenos Aires, 1/04/17. Fotos de Alex Martiniaddict)

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